Casting Lily L. Potter

Ser la única hija de una familia a veces resultaba ser un poco abrumador, sobre todo cuando todo el tiempo tienes a dos hermanos observándote y a un padre que siempre envía lechuzas para estar al tanto de lo que haces. No siento que se me deba malinterpretar, es decir, adoro a mis padres, me encanta que siempre me consienta mi padre y que mis hermanos me cuiden, pero en ocasiones puedo llegar a sentirme un poco inútil y aquello no me agrada para nada. Además, resultar tener como padre al Niño que vivió puede acarrear un sinnúmero de malestares extra, pero no en referencia al protagonismo o las expectativas impuestas sobre ti, sino porque mis hermanos terminaban por ser el blanco de interés de muchas chicas y, desde el primer día que entré al colegio, pude notarlo. Fue en aquel entonces que decidí ahuyentar a las que no considerase aptas para pretenderles, jugando ligeras bromas que nadie descubría, gracias a mi fuerte poder de convencimiento sobre lo extraño que sería para mí ser partícipe de algo así. Si ellos podían protegerme como se los había pedido mi padre, ¿por qué no podría hacer lo mismo yo con ellos? Bastaba con enviarle una lechuza a tío George y todo estaba arreglado. Siempre fui acreedora a una habilidad especial que me permite zafarme fácilmente de los líos, siendo el castigo, la mayor parte de las veces, mi compañero de travesuras: Hugo. Nunca podría terminar de pagarle todas las veces que ha tomado responsabilidad en mi nombre.

Iba camino a mi Sala Común, el ambiente era frío y se podía respirar un aire puro y sereno, era una de esa noches que yo podía llamar "perfecta", en donde las estrellas lucían en todo su resplandor sobre el cielo, junto a una luna tan redonda que lograba emanar esa luz que embelesa a cualquiera, inclusive a alguien extrovertida como yo. Tenía la manía de salir a dar un paseo durante las noches, sobre todo cuando había un paisaje digno de admirar como el éste, así que proseguí con pasos cortos y silenciosos para no delatarme y terminar siendo castigada por algo así. No había nadie por el pasillo, lo único que lamentaba era no haber traído a Hugo conmigo, pero tenía un pergamino que entregar al día siguiente, así que sólo se escuchaba el sonido de mis zapatos al impactar contra el suelo. Me topé una que otra vez con un fantasmas que me advertían que no era bueno que una chica como yo anduviera a altas horas de la noche, yo sólo me limitaba a dar las buenas noches y a agradecer. ¿Qué más podía hacer? Conforme avanzaba mi caminata, pude notar una luz tenue al final del pasillo , ahora no sólo mis pasos se lograban escuchar, sino también los de una persona aproximándose hacia mí, pude recordar que esta vez le correspondía a James Sirius Potter - Merlín - musité mientras cuidadosamente intentaba dar media vuelta para buscar otro camino hacia la torre, tratando de hacer el menor ruido posible. Los pasos aumentaron de velocidad y decidí esconderme tras una armadura, ese pequeño espacio se adecuaba perfectamente a mí. Escuché los pasos de mi padre acercarse más, mi corazón latía fuertemente mientras acompasaba mi respiración para que no se escuchase demasiado, porque prácticamente sentía que el más mínimo paso en falso delataría mi posición y me vería sermoneada por el mayor de mis hermanos.

Al verlo pasar y notar la luz que se desvanecía, salí de mi escondite, aparentemente victoriosa. Emprendí de vuelta mi caminar rumbo a la dirección opuesta de la que él había tomado, subí un pie para dar mi primer paso cuando le escuché - LILLIAN LUNA POTTER - cerré los ojos y me dí la vuelta lentamente, girando sobre mis talones, ahora si estaba metida en problemas... aunque, ¿no se metería el también en aprietos por alzar la voz?  

CASTING ACEPTADO